¿Tienes un producto estrella en el que confías pero no consigues las ventas esperadas? Es más que probable que la razón tenga que ver con su presentación. Algo que te ayudará son los expositores de productos.
Gracias a estos expositores tu producto puede resaltar sobre otros, atraer la atención de los clientes potenciales y aumentar el ratio de conversión.
En este artículo te damos algunas sugerencias para que sepas cómo emplearlos de forma más eficaz.
Sácales partido a los expositores de productos
Una de las bases del marketing en el punto de venta es la importancia de la disposición de producto. Y es que cuando un artículo queda a la altura de los ojos, es más probable que se genere una compra por impulso.
Por eso, mientras que esta técnica es innecesaria en los casos de las compras de necesidad (que se irán a buscar expresamente), es especialmente indicada en los productos del sector de la estética y belleza, lecturas, catálogos, etc. ¿Por qué? Porque tiene que haber seducción del producto al comprador para generar una compra impulsiva.
Así, los expositores juegan un papel imprescindible, permitiendo que artículos de menor tamaño (y, por tanto, menos visuales) estén en una posición privilegiada.
Además, también puede ayudarte a decidir bien la localización de estos expositores. Algunos ejemplos de puntos calientes dentro del punto de venta:
- Al lado de las cajas o mostradores de pago. Es el lugar ideal porque no importa si el cliente va con más o menos prisa, de seguro pasará por ese punto. Además, en la mayoría de los casos, deberá esperar. Cuando esperamos buscamos siempre una distracción. Y ahí es donde entran en juego tus productos.
- Próximos a productos de necesidad. Es otra táctica para asegurarnos de que una afluencia grande de personas pasará por delante, lo que aumentará la posibilidad de compra por impulso.
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