El envasado tiene distintos sistemas de clasificación. Conocerlos no solo aporta información teórica, sino que ayuda a identificar qué clase de envasado es el más coherente con cada producto.

Por ello, como fabricante, es importante que conozcas los tipos de envases que existen y su interrelación, de la que te hablaremos más en este artículo.

Según la textura del envase

En esta categoría podemos diferenciar tres clases distintas de envase:

  • El flexible. Normalmente compuesto por finas películas de papel o plástico, así como laminaciones de materiales flexibles. Es ideal para productos de manejo fácil.
  • El rígido. La forma de este envase no se puede transformar o modificar. Algunos ejemplos podrían ser las latas de atún o las botellas de vino.
  • El semirígido. Las características de este tipo de envase son una fusión de los dos anteriores. Es resistente pero puede modificar su forma original. El ejemplo más claro son los envases de plástico.

Según su vida útil

De acuerdo a este criterio diferenciamos entre:

  • Retornables. Deben ser fáciles de limpiar porque se tienen que reincorporar al ciclo de llenado y envasado. Llegan hasta las 50 veces.
  • Reutilizables. Desde su principio se han diseñado para comenzar de nuevo su ciclo varias veces. Este tipo de envase lleva una marcación en él que indica el número máximo de veces que se puede emplear sin ser perjudicial para la salud o la integridad del producto.
Sistemas de clasificación de envasado (y llenado)
  • Desechables. Son concebidos para ser empleados durante un solo uso. Pero eso no choca con la idea de que su material pueda ser reciclado y dotarlo de nueva vida en forma de otro envase o producto.

En cualquier caso, el equipo de Envasados Torner te proporciona toda la información y asesoramiento necesarios para que escojas el mejor sistema de envasado y llenado de tus productos. Contáctanos.