Contar con 2 tamaños de envase para un mismo producto es una estrategia comercial que permite cumplir distintas misiones a la vez. Y es que es una manera de hacer que un artículo idéntico satisfaga las necesidades de diferentes públicos al mismo tiempo.
¿Cuáles son los objetivos de esta táctica? ¿En qué puede beneficiarte? En las próximas líneas encontrarás todas las claves.
3 razones para apostar por varios tamaños de envase
Ahora más que nunca, el público final está preocupado por cuestiones ecológicas. Por eso, son muchos quienes tienen la percepción de que los envases de mayor tamaño son la opción más responsable. Esto es debido al ahorro de material empleado en la producción del envase.
Pero al mismo tiempo según qué artículos pueden hacerse demasiado pesados para otra clase de público. Un ejemplo: suavizantes de ropa. Lo más probable es que las amas de casa de mayor edad opten por la versión pequeña, mientras que las familias con niños pequeños opten por la grande.
Además del ahorro de material, el consumidor final tiene la impresión de que elegir un formato mayor supone un ahorro económico. Y no es de extrañar, ya que muchas marcas han utilizado esa estrategia para impulsar las compras de mayor producto regalando un porcentaje del mismo. Así que incluso cuando la marca no aporta ese beneficio de forma consciente, el cliente lo da por hecho.
Por último, otra estrategia es apelar a distintos usos con los que el comprador se puede sentir identificado. Por citar un caso, el formato de viaje (ideal para dentífricos, geles de baño, etc.) incita la compra de quienes planean viajar incluso cuando no pensaban hacer esa compra porque ven beneficios añadidos (ocupa menos espacio en la maleta, podrá llevarlo en equipaje de mano al tomar un avión…).
¿Crees que tu producto puede ser puesto a disposición del cliente en varios tamaños de envase? Contacta con Envasados Torner y te ayudaremos a elegir las mejores opciones.