Por fortuna, la época Covid ya nos queda muy atrás. Sin embargo, hay ciertos avances que se fomentaron en esa época que han quedado con nosotros. Igual que en el espectro laboral se ha implantado el teletrabajo, en el sector del envasado ha habido un gran auge de los envases monodosis.
A continuación compartimos cuáles son las claves de su éxito y por qué deberías planteártelos para tu producto.
5 beneficios de los envases monodosis
Los envases monodosis son aquellos que, como indica su nombre, tan solo contienen una porción de producto. Pueden darse en distintas formas y para texturas tan dispares como polvo, líquido, granulado o sólido. Aquí dejamos sus ventajas:
Primero, son fáciles de transportar porque apenas pesan y ocupan poco tamaño. Eso quiere decir que siempre pueden ir con el usuario y tenerlos a mano tanto en un bolsillo como en bolso o mochila. Así que se fomenta la dependencia de ese artículo, sobre todo en forma de “porsiacasos”.
Segundo, ofrecen una dosificación exacta. Tener concretada la cantidad justa de producto es muy importante en algunos sectores como el farmacéutico o el químico. De esta manera se evitan accidentes y riesgos innecesarios. Sirva de ejemplo la imagen de este artículo, con lágrimas artificiales, por poner un solo ejemplo de los muchos posibles.
Tercero, los envases monodosis son mucho más higiénicos. Obligan a que el producto no se comparta entre distintos usuarios y, por lo tanto, se elimina la contaminación cruzada.
Cuarto, son muy fáciles de usar, abrir y reciclar. Este punto los convierte en opciones óptimas para niños o personas con discapacidad que tienen más limitado su rango de movimiento.
Y, para acabar, en quinto lugar hablaremos de que se evita el desperdicio de producto. Un tema con el cual estamos cada vez más concienciados gracias a las iniciativas ecológicas.
Si deseas contratar el envasado a terceros con envases monodosis o cualquier otra clase de sistema, haz tu solicitud y te contactaremos.