Envase, embalaje y empaque son tres palabras que siempre van de la mano, pero hay matices que diferencian su significado. ¿Sabes cuáles son? Dedicamos este artículo a contarte todo lo que necesitas saber acerca de esos términos del mundo del packaging.

Envase

La fórmula más fácil para recordar su significado es pensar que está en contacto directo con el producto. Su principal función es proteger la integridad de su contenido y facilitar su distribución.

Dentro de esta categoría hay diferentes clases, como: botellas, latas, sacher (monodosis), blíster, etc.

Empaque

Quizá este sea el término que menos usamos. Se trata de un envoltorio intermedio o secundario que suele juntar diferentes unidades de envase.

Por ponerte un ejemplo claro de empaque, piensa en el cartón que agrupa un pack de botellines de cerveza.

Embalaje

Consiste en la unidad más grande de packaging que contiene empaques y envases. Al unificar los grupos de productos, se facilita el transporte y toda la cadena logística.

Llenado y envasado: la especialidad de Torner

Tras estas breves definiciones queremos contarte más acerca del producto en el que somos expertos, el envase.

Además de los comentarios que ya te hemos aportado, el envase es el encargado de portar las etiquetas de identificación del producto.

Hay aspectos importantes como la forma y el tamaño que deben adquirir. Más allá de los criterios estéticos, se debe escoger un diseño que se ajuste a las necesidades del consumidor en calidad y ergonomía. Al mismo tiempo, también debe ser compatible con las líneas de llenado y envasado.

Por último, tienen que ser resistentes pues deben soportar la manipulación y el transporte hasta llegar a las manos del cliente.

Si tú también estás buscando un partner de llenado y envasado de tu producto, ponte en contacto con nosotros.